¿Sabías que los árboles se comunican entre sí a través de la Wood Wide Web?
En el mundo vegetal y fúngico, existe una fascinante conexión a través de una red de tuberías invisibles que les permite intercambiar nutrientes y comunicarse sobre posibles amenazas. Esta asombrosa red se conoce como Wood Wide Web.
Cuando observamos una seta en el campo, solo estamos presenciando la parte visible de un complejo organismo fúngico. Bajo tierra, se extiende una intrincada red de células alargadas llamadas hifas, que se ramifican y se extienden a lo largo de grandes distancias.
Estas hifas, en muchas ocasiones, se entrelazan con las raíces de las plantas, formando una simbiosis conocida como micorrizas. En esta relación simbiótica, el hongo proporciona a la planta nutrientes esenciales, como el nitrógeno y el fósforo, a cambio de recibir parte de los azúcares producidos por la planta durante la fotosíntesis.
Esta asociación es especialmente común en especies como el abeto de Douglas, que puede establecer relaciones con más de 1.000 especies de hongos. Lo más intrigante es que esta conexión no se limita solo a la relación entre el hongo y la planta. Se ha descubierto que las plantas pueden intercambiar productos de la fotosíntesis entre sí, incluso si son de especies diferentes.
Wood Wide Web
La Wood Wide Web nos enseña valiosas lecciones sobre el ecosistema subterráneo y su influencia en la vida sobre la superficie. Revela la capacidad de elección tanto de las plantas como de los hongos, así como su capacidad para decidir con quién asociarse y cuándo polinizar. Además, ilustra los mecanismos de competencia saludable entre árboles, plantas y otros elementos del ecosistema, en su búsqueda de recursos y agua.
La cooperación y la ayuda mutua también son aspectos destacados de la Wood Wide Web. Las relaciones simbióticas entre diferentes organismos se basan en procesos de facilitación, donde se establecen conexiones de alerta para la autoprotección contra amenazas externas. Esta red subterránea revela la interdependencia entre los diferentes elementos del ecosistema y la importancia de su funcionamiento para mantener la vitalidad y la salud del entorno natural.
La comunicación entre los árboles
La teoría del Wood Wide Web, que postula la comunicación entre los árboles a través de una red subterránea de hongos, ha capturado la imaginación del público, pero algunos científicos advierten que podría estar sobredimensionada.
Justine Karst, de la Universidad de Alberta, junto con compañeras de otras instituciones, cuestionan tres afirmaciones populares sobre las redes de micorrizas comunes (CMN), que conectan las raíces de las plantas bajo tierra, tal y como recoge el diario «ABC».
En primer lugar, se debate la prevalencia de estas redes en los bosques, ya que la evidencia científica disponible es limitada y pocos bosques han sido estudiados en profundidad. Además, aunque se ha demostrado que los árboles pueden transferir nutrientes a través de estas redes, no está claro si este proceso beneficia significativamente a las plántulas.
Sin embargo, la idea de que los árboles adultos envían señales de advertencia a las plántulas a través de la red también carece de respaldo científico sólido. Aunque esta teoría es muy popular, no hay estudios de campo revisados por expertos que la respalden.
Las curiosidades más sorprendentes sobre los árboles
Considerados los organismos vivos más antiguos de la Tierra, los árboles son testigos silenciosos de la historia, sobreviviendo a través de los siglos. Su longevidad se ve amenazada no por el paso del tiempo, sino por enfermedades, insectos y la actividad humana.
Los anillos de crecimiento en el tronco de los árboles revelan su edad, marcando cada año de su vida con un anillo claro seguido de otro oscuro. Este método de contar anillos es una forma precisa de determinar la longevidad de los árboles, aunque algunos requieren análisis químicos y microscópicos para identificar sus anillos menos visibles.
Los árboles tienen su propio lenguaje, pero no es como el nuestro. Se comunican a través de raíces y hongos, estableciendo conexiones que les permiten intercambiar nutrientes, compuestos químicos e incluso transmitir lentos movimientos eléctricos que funcionan como alertas de peligro para otros árboles.
El árbol más antiguo del mundo es Matusalén, con una edad estimada de 4,847 años. Este ejemplar se encuentra en el Bosque Nacional Inyo, ubicado en el centro de California, Estados Unidos.
Los árboles dependen en gran medida del aire que los rodea para obtener nutrientes. Sorprendentemente, absorben hasta el 90% de su nutrición de la atmósfera circundante, mientras que solo el 10% proviene del suelo.
En Hawái, existen árboles de eucalipto que presentan cortezas naturales de colores vibrantes, similares a un arco iris. Este fenómeno es resultado de la presencia de líquenes y musgos que crecen en la corteza del árbol, otorgándole una apariencia única y colorida
Los bosques del mundo son vitales para mitigar el cambio climático, ya que almacenan enormes cantidades de carbono. Se estima que contienen alrededor de 7.600 millones de toneladas métricas de carbono, una cantidad impresionante que equivale a aproximadamente 1,5 veces las emisiones anuales de todo Estados Unidos.
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